
Se reunían en una casa, normalmente de noche. Mientras las mujeres hilaban, se contaban historias, se cantaban romances, se desmenuzaban anécdotas, se bailaba, se leían libros etc. En la actualidad este tipo de reuniones creadoras de cultura, aunque se van potenciando con fuerza, aún no tienen la importancia de la que gozaron en el pasado, hasta tal punto que la palabra filandón en sus distintas variantes ( Hila, fila, serano, calecho etc) es la que define estas reuniones y no se ha sustituido por una más moderna, quizás porque la creación de cultura y la reunión para compartirla, escasean actualmente entre tanto consumo artístico; mercaderías que nos ofrecen la creación cultural como algo cerrado. Por esta razón propongo que se recupere y se revitalice la figura del filandón.
El cuentacuentos hunde sus raíces en el saber de tradición oral, en la que las historias, creencias y conocimientos se transmitían exclusivamente por la palabra. Del mismo modo que la invención de la escritura supuso un gran adelanto, el complementar está con la expresión oral, dará a mi juicio grandes avances. Recordemos por ejemplo que los valores democráticos se asientan en el diálogo, primero hablamos y luego legislamos. Es aquí donde el arte de contar forma oradores, escuchantes y librepensadores (Si queremos que nos escuchen hemos de contar algo que sea interesante, cosa que se logra con más facilidad, aunque no exclusivamente, cuando se parte de la autenticidad y la voz propia para expresarse).

Como lo desarrollamos.
Intercalamos historias tradicionales, reflexiones de la vida de antaño y la música tocada como se tocaba antes. Fran Allegre, músico y artesano de instrumentos tradicionales leoneses, toca distintos instrumentos que él ha fabricado. Tal que se escucha la gaita leonesa, el rabel, la zanfoña, la chifla y el tamborín, intercalándose con historias, sucedidos y picardías. Es algo abierto y fomenta el dialogo entre todos, de modo que la gente también puede cantar y contar. Todos en círculo y al mismo nivel. Se usan técnicas de animación sociocultural para armonizar y moderar las actuaciones de todos.
Hace poco organizamos con Alberto Flecha el Filandón 3.0:

Primicia mundial. El primer filandón virtual. Los tiempos cambian y las viejas y bellas tradiciones saltan a la red. Comunidad, cuentos y sorpresas. Gentes de todo el mundo participaron en él. Si quieres saber más de lo que allí ocurrió visita la página:
Este fue el cartel de PABLO GARCÍA