La mañana posó gotas de rocío en el limonero. Frágiles diamantes brillantes bañaban sus ramas y refrescaban la soledad de las hojas. Pensó el limonero que aquellos suspiros húmedos del amanecer eran parte de su alma y que durarían hasta la noche oscura, pero llegó el frío y escarchó las hojas, peró salió el sol y evaporó las gotas... tal vez para siempre.
Muerto de pena casi quebró el árbol sus raices, sin embargo al día siguiente el agua le vistió de nuevo. Lo comprendió entonces, quizás cada día trae gotas nuevas, cada invierno congela los sueños y cada tarde evapora esos suspiros. Vivir está más allá de la escarcha y del rocío, más allá de los limones, de la luz o de la sequía.
Vivir es el misterio de la sed que algunos llaman amor.
PRECIOSO!!!!! Me encanta, vivir está más allá.
ResponderEliminarSaludillos vitales
Muy bien dicho!!!
ResponderEliminarVivir es atreverse a amar.
Un abrazo
Vivir como instinto impreso en los genes.
ResponderEliminarSaludos.
Puck. Gracias por tus saludos vitales. Estoy encantado de que te encante.
ResponderEliminarPatri Es verdad, vivir es un acto de valentía con miedo no se va a ningún sitio.
Toro. Ese instinto a veces lo tenemos un poco atrofiado. Es importante despertarlo.
Muy profundo pero ligero de leer. Es muy bonito.
ResponderEliminarEs importante no olvidar que nada está quieto, todo va y viene.
ResponderEliminarUn abrazo, Manuel.
Ni más ni menos, Manuel. De eso se trata vivir.
ResponderEliminarMA. Eso me anima a seguir con la tarea.
ResponderEliminarTOR. Todo cambia y hay que aprender a darle la bienvenida a todo.
Malena. Vivir, que aventura.