La bailarina se había hecho vieja y sus piernas se volvieron frágiles. La cuerda de la cajita de música no dura eternamente. Ahora en vez de bailar, sonríe o llora. Cada sonrisa es una pirueta pensada. Cada lágrima una nota menos.
La vida es el baile de risas y llantos que acontece cuando queriendo tocar el cielo, nos dejamos atrapar por la tierra, pero, si al morir el tango ha sido bueno, los ángeles aplauden.
La anciana bailarina entre aplausos hizo su último giro. Lo único que se pudo llevar de este mundo es el recuerdo de haber hecho su danza con sinceridad. No bailó lo que le mandaban, ni lo que otros bailaban, bailó a su ritmo, movió su aliento... Fue transparente como el agua.
La anciana bailarina entre aplausos hizo su último giro. Lo único que se pudo llevar de este mundo es el recuerdo de haber hecho su danza con sinceridad. No bailó lo que le mandaban, ni lo que otros bailaban, bailó a su ritmo, movió su aliento... Fue transparente como el agua.
Me encanta esta forma metafórica de describir la libertad.
ResponderEliminarUn abrazo Manuel.
'Queriendo tocar el cielo nos dejamos atrapar por la tierra' EXTRAORDINARIA FRASE Con tu permiso he de guardarla en mi memoria y mi corazón
ResponderEliminarGracias Torcuato. La única libertad que tenemos es decidir que hacer con lo que nos toca.
ResponderEliminarEso sí, cada uno a su ritmo, pero con honestidad y dignidad.
ResponderEliminarUn abrazo, Manolín.
Patricia, gracias. Entre tanta lucha por trascender nos dejamos paso a paso la piel.
ResponderEliminarAlberto. Falta en el micro un detalle... que la danza es mas bella con amig@s. La amistad es ponerse a bailar en sincronía con otro, sin por ello dejar de ser uno mismo.
ResponderEliminarLa vida es un baile, tu cuento es muy bonito y reflexivo; aunque para serte sincero con la fatalidad de los cuentitos que he leído estos días en la blogosfera pensé que tu bailarina estaba dando vueltas de moribunda.
ResponderEliminarFelicidades!
Como quien dice: se le acabó la cuerda.
ResponderEliminarSaludos
Juan Vásquez. No suelo ser muy fatalista, pero esta historia me nació así. Gracias una vez más por visitarme.
ResponderEliminarUnarevistaliteraria lo que tiene tiempo de caducidad al final se acaba. Encantado de recibir tu visita.
Me quedo con el último párrafo. Ése, sin duda, es el gran baile, la mejor forma de vivir la vida.
ResponderEliminarBesos
Manuel, qué pena contigo (yo poniendome tan molesto) nació así cómo
ResponderEliminarSu esa es la verdad, pero no muchos se atreven a bailarlo.
ResponderEliminarJuan ja ja ja ja Gracias.
Declaración de principios realizada a la sombra de don Manuel Ferrero:
ResponderEliminar"Si para ser un buen escritor debo renunciar a ser una buena persona, que le vayan dando por culo a la literatura".
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
Me gustó mucho. VIVIR LA VIDA SIGUIENDO NUESTRO RITMO.
ResponderEliminarAbrazos silenciosos.
¡Pablo! Ja ja ja Es una frase cierta la que dices. Suena un poco cañera, pero es una bella inspiración. Gracias por ponerle cariño en tus intervenciones o caña cañonera. Es un gusto.
ResponderEliminarRelatadamente Tuya Abrazos sonoros para ti, eso sí, suaves y sin griterio.
con que eso dijiste!
ResponderEliminarSí Juan, Sí, nunca nos darán el nobel, pero ojalá que nos den un buen abrazo. Yo estoy por convencer a la vecina, pero aún no sabe que me ama. Saludos de noche.
ResponderEliminarYo también quiero bailar así, aún con mis dos pies izquierdos. Me ha gustado mucho
ResponderEliminar:)
Almalaire cada uno baila desde lo que es con un pie, sin pie, con los ojos o a penas con un dedo. Ninguna danza es mayor que otra.
ResponderEliminarMe encanta tu filosofía, Manuel, y en tus escritos se trasluce ese pensar que me hace una llamada de atención. Gracias por manteerme alerta. Un abrazo
ResponderEliminarMaite. Con mis cuentos trato de mantenerme alerta. Gracias por visitarme una vez mas.
ResponderEliminarManu, nunca te había visto bailar, pero sin duda eres un maestro de la danza, y tus ángeles aplaudirán como te aplaudo yo ahora
ResponderEliminarPlas, plas plas, mi abrazo es tuyo!
Gracias por los aplausos Anita. Tartaré de seguir bailando a mi ritmo.
ResponderEliminarLindo! Uma bailarina velha é uma imagem tristee poética ao mesmo tempo! Me encanto!
ResponderEliminarGracias Emilie. Ese día estaba un poco existencial. Abrazos
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