León Felipe y algo más.

La poesía, el cuento, la pintura y la música
llenarán las calles. Serán un consuelo,
una inspiración, un relampago,
una caricia y la salvación de los tristes.

Poner nuestra alma al servicio del otro,
del mundo, de las flores, de las sonrisas,
del silencio, del oprimido y rugir
como fieras a punto de extinguirse
y silbar como la brisa
entre los alisos del río...
Cantar como el arroyo entre los fresnos.

Tener la humildad del niño en la cuna,
los ojos del viejo en cada verso,
algo de brujo, un pelín de pirata
y un millón de besos guardados
para regalarse en forma de canción.